Salvaje
2020
Crin de caballo e hilo de nylon sobre tela de polipropileno, madera, polleros y táparos.
Medidas variables
Las misiones católicas percibían los Llanos Orientales de Colombia como una periferia salvaje de la civilización. Durante la colonia, esta región se consideró una frontera debido al clima difícil, la presencia de pobladores indígenas y la distancia geográfica, aunque se veía su potencial productivo. Hoy, los discursos contemporáneos sobre la cuenca del Orinoco reflejan esta percepción. El gobierno define los Llanos como una región en formación y potencialmente productiva, mientras grupos defensores de la naturaleza destacan su riqueza biológica y la consideran una de las últimas áreas vírgenes del país. La presencia de numerosos grupos indígenas y el llanero criollo aportan un carácter intercultural y étnico a la zona.
Esta obra incorpora materiales típicos de la región y materiales industriales, reflexionando sobre el carácter salvaje del territorio. El título contradice el orden impuesto, presentando un encuentro entre lo natural y la producción industrial, y considerando los contrastes entre lo urbano y lo rural.
Referencias:
Durán, Armando. “Herencias moderno-coloniales en actuales discursos sobre la Orinoquia colombiana”. EURE (Santiago), vol. 38, no. 115 (2012): 195-217.
Ardila Luna, Diana. “El río Meta y los proyectos para la integración de los Llanos Orientales colombianos, desde la Colonia hasta el siglo XXI”. Anuario de Historia Regional y de las Fronteras, 21 (2016): 265-283.